Comentario
Es el arte del color el que sufre transformaciones más profundas a lo largo de la etapa final del medioevo. Por una parte, existe una reanudación de la tradición nórdica e italiana, con posterioridad a la Peste Negra en casi todos los lugares. En Italia, algunos de los artistas han sobrevivido y siguen trabajando, como el discípulo de Giotto, Tadeo Gaddi. Otro tanto vale para lo francés, donde un Jean le Noir comenzaba colaborando con Jean Pucelle y le vemos activo aún en los inicios del gótico intemacional. En Cataluña, si el modelo italiano se había adoptado años antes de la peste, con la familia Bassa, los sucesores en el control de la pintura son los hermanos Serra, que trabajan en la misma línea.Hace ya tiempo que se acuñó el término de gótico internacional para aplicarlo a la pintura que se hace en torno a 1400. Se ha llamado también gótico cortesano, o simplemente, arte del 1400. Aunque se ha ampliado su uso a la escultura y otras artes, conviene especialmente a la miniatura y pintura. La propia denominación está hablando de que se ha creído encontrar una unificación de los lenguajes anteriores en una síntesis. Las vías han sido múltiples. A veces se ha pretendido conceder a Aviñón un papel determinante como consecuencia de que allí, y en una situación excepcional debido a que es el Papado el que tiene su centro, coinciden pintores franceses, que pertenecen al modelo nórdico lineal, con otros numerosos italianos atraídos por el nuevo centro. La realidad es más compleja pero, en todo caso, hay que recalcar que el internacional posee una cierta uniformidad, dentro de una magnífica diversidad y que en él se patentiza que los artistas han conocido ambos modelos y han llegado a una síntesis, que es diferente según los lugares.Ya en este período, en el ámbito francés del norte, se manifiesta con fuerza una tendencia que se ha calificado de naturalista o más próxima a la realidad que el idealizado lenguaje que corresponde a la corte. Detrás de esta tendencia están casi siempre artistas que vienen de los Países Bajos. A partir del comienzo de actividad de Roberto Campin y los hermanos Van Eyck, el cambio se consuma. Los protagonistas son flamencos. No serán los únicos a quienes se deba el nuevo modelo, pero al menos son los principales y los que están en el punto de mira de todos. A estas alturas Italia ha iniciado una vía nueva y no interesa aquí, pero es difícil marcar un final a lo que se hace en la mayor parte de Europa, antes de caer bajo la influencia de ese nuevo lenguaje. Naturalmente, aunque se habla de modelos, no lo son de modo tan radical, como había sucedido con el primer gótico nórdico y el italiano. En el Imperio se distingue, por ejemplo, entre una tendencia calificada de naturalista y de otra calificada de flamenca.Siempre pintura y miniatura están relacionadas en la Edad Media, pero especialmente en la época gótica, en la que el miniaturista llega a ser normalmente un profesional laico, como el pintor, mientras era monje o clérigo en los siglos anteriores; por tanto, distinto del que trabaja sobre tabla o muro. Por el tipo de cliente que está detrás, por el producto de lujo que supone, muchos de los más importantes artistas del color son los miniaturistas. El cambio se produce en la última etapa y será irreversible a medida que la imprenta se extienda.